“Cásate y sé sumisa. Experiencia radical para mujeres sin miedo.” Así se titula la nueva obra patrocinada por el arzobispado de Granada a través de su editorial, Nuevo Inicio, de la que el arzobispo Francisco Javier Martínez es el Presidente. No es una broma ni mucho menos.
En la obra se enseña a las mujeres cómo ser sumisas, cómo ser mejores esposas y que eso les lleve a ser mejores madres. La sumisión, según la Real Academia es el “sometimiento de alguien a otra u otras personas”, es decir, con esta obra «lo que se desea es la total anulación de la voluntad individual de las mujeres para que se conviertan en meros apéndices de sus esposos» denuncia Manuel Bermúdez, secretario de Igualdad de JSA.
Desde JSA no nos sorprendemos del patrocinio por parte de la jerarquía católica de esta obra, ya que dentro de la iglesia la mujer cumple una función meramente auxiliar dentro del culto protagonizado por los hombres. «Lo que no podemos permitir es que se quiera fomentar entre las mujeres un papel meramente decorativo y sin opinión propia, como si de un jarrón o una mascota se tratara» alerta Bermúdez.
Por tanto, creemos que este adoctrinamiento que desde el arzobispado de Granada se está llevando a cabo, en palabras de nuestro responsable de Igualdad, «es una manera clara de acabar con la igualdad y de generar machismo y misoginia, la semilla para crear una sociedad más agresiva, patriarcal y con menos respeto por las mujeres». Este tipo de sociedad es la que la jerarquía católica aspira a tener, una sociedad donde el aborto esté totalmente penalizado, donde los homosexuales no tengan ningún derecho y dónde las mujeres no sean dueñas ni de sus vidas, donde no puedan decidir sus destinos ni ser independientes, sino que estén sometidas por sus maridos.
La juventud debemos aspirar a una sociedad igualitaria, a una sociedad en la que ni el hombre ni la mujer, solo por el hecho de ser una cosa u otra, sean más que el otro sexo. Debemos aspirar a una sociedad tolerante y respetuosa basada en el respeto y no en la sumisión.
