Andalucía cuenta con más de un 90% de territorio rural, del cual un 49,8% de la población rural son mujeres (1,85 millones).

Aunque el sector agrario siempre ha estado masculinizado, en la última década (coincidiendo con la crisis) el número de mujeres empresarias en el ámbito rural ha crecido un 32,2%, es decir, ha pasado de 9.000 a 11.900 empresarias frente a los 39.400 hombres.

Esto nos viene a decir que cada vez hay más mujeres que desarrollan su capacidad empresarial en sus zonas de origen y por ello desde Juventudes Socialistas de Andalucía apostamos por el empoderamiento de las mujeres rurales y apoyamos el “principio de igualdad» que desde la Junta de Andalucía se aplica de forma transversal:

• Un 37% más de inversión que en 2017 para el mantenimiento de los Centros Municipales de Información a la Mujer, que son las redes más cercanas a las mujeres en zonas rurales. Con esta inversión se ha podido incluir como novedad la cofinanciación de un nuevo servicio especializado de detección psicológica precoz de la violencia de género en las zonas rurales, cumpliendo desde Andalucía el compromiso con el Pacto de Estado contra la Violencia de Género.

• La recién aprobada Ley Andaluza de igualdad con la que se pretende reforzar el papel de las entidades locales y que impulsará la igualdad de género en las zonas rurales mediante el emprendimiento, liderazgo y empoderamiento de las mujeres en el medio rural con medidas como:

• 1. Potenciar la Titularidad Compartida de las Explotaciones Agrarias y la incorporación de las mujeres a la actividad económica y empresarial del medio rural.
  2. Potenciar la formación para impulsar la empleabilidad y el emprendimiento de mujeres en el sector.
  3. Fomentar la participación de mujeres en los órganos de toma de decisiones de los sectores agrario, agroalimentario y pesquero.
  4. Impulsar el papel de las mujeres en la sociedad rural a través del Plan de Igualdad de Oportunidades entre Mujeres y Hombres en la Actividad Agroalimentaria y Pesquera.

En este sentido aseguramos que la nueva estrategia fomentará la profesionalización del trabajo, así como el apoyo a la iniciativa empresarial y por supuesto, supondrá la mejora del reconocimiento social de las mujeres (especialmente las más jóvenes) con el objetivo de revitalizar económica y socialmente la zona rural.

Porque… “la tierra tiene nombre de mujer”.